jueves, 7 de mayo de 2020


MAYO MOJADO, DEL BARBECHO HACE PRADO

El barbecho son las tierras que se dejan sin sembrar para que descanse el terreno.
Se podían dejar dos años como ocurría en el siglo XVIII en Zerezeda, o dejarlas tan solo un año como ocurría en Cereceda hasta hace unos años.
Otras tierras se sembraban todos los años porque el terreno llevaba siglos sin producir cereales o porque la abundancia de abonos - " mineral y cubierta " - suplía el descanso de las tierras.
En Cereceda - mi padre así lo hacía - se dedicaba el mes de mayo a arar las tierras de barbecho.
El peligro de las lluvias en ese mes era real. Algunos años el mes de mayo venía lluvioso y entonces, en la tierra recién arada, aparecían las hierbas y brotaban " trigales " verdes.
De ahí viene el refrán : " mayo mojado, del barbecho hace prado."






Entonces los labradores dejaban que las hierbas se hicieran altas y, unos metían el ganado para aprovecharlas y otros las dejaban que se " agostaran " y en setiembre se volvían a arar las tierras para taparlas y que se pudrieran como abono.
A las gentes de Cereceda les gustaba que en mayo lloviera.
Las patatas ya estaban sembradas. Las patatas se sembraban " alrededor de San Marcos " si " el tiempo lo permitía."
Los trigos y las cebadas agradecían las lluvias " mayeras " para " echar cañas " o, como decían algunos labradores, " para estirarse y que haya paja en verano a la hora de segarlos."
Los praos agradecían las lluvias para crecer la hierba y llenar carros de heno porque a mediados de junio se empezaba a " aguadañar."
Mayo siempre era un mes prometedor, si llovía, y un mes catastrófico, si el agua se quedaba en las nubes.

Foto  google.com

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