domingo, 3 de mayo de 2020


RECHISTAR

María, GATA 2.020, me envía un e-mail para decirme que su grand-mére emplea  esta palabra.

Rechistar significa " decir algo o emitir un sonido como para empezar a hablar."

En Cereceda era un verbo muy utilizado por las madres y por las abuelas.









Cuando ellas te " mandaban " algo que no te agradaba, y antes de que tú " abrieras la boca ", era normal que te dijeran " y no rechistes ".
Tan sólo habías hecho el gesto de querer comenzar a hablar.
- Mi hermana hace lo que quiere. Se va " pa la Plaza " mucho antes de que toquen al rosario y no me ayuda a echar las berzas a las cabras ningún día. A ella nunca le decís nada. A mí, que hago ese oficio, encima mi madre me dice que no rechiste, le decíamos al padre.
- Es que tu hermana es muy lista y antes de que tu madre le mande hacer algo, se " desaparece." Ella no le rechista nunca a tu madre.
Desconozco si los hombres del pueblo conocían la existencia de ese verbo, pero no tenían la costumbre de usarlo.
- Vete a la escuela y, de paso, llévale este pan a la abuela, te decían
- Pero es que se me hace tarde, manifestabas,
- Corre un poco más y llegarás a tiempo, añadía la madre.
- Es que tengo las dos manos ocupadas, En una mano la pizarra y en la otra la estufa con la lumbre, explicabas.
- El capacho con el pan en esa mano. Y metes la pizarra en el capacho. ¡ Y no me rechistes... !
Así eran los diálogos mañaneros en el invierno de Cereceda cuando yo iba a la escuela. Pero antes iba a llevar un pan a mi abuela Fausta. Menos mal que la abuela siempre me daba algo. Unas nueces, unos higos, unas castañas, una manzana.
Las abuelas y los abuelos de aquellos años no daban besos. Ellos daban lo que tenían.
Como dice Isidro , GATO 2.017, " los abuelos de antes nos querían tanto o más que los abuelos de hoy quieren a sus nietos, aunque nos daban menos regalos. Ellos daban lo que tenían. "

Foto  google.com

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