martes, 8 de diciembre de 2020

 NO CREAS DE MERCADEL, NI DE POBRE DE FARDEL


Es un refrán con un pequeño error gramatical, pues debiera decir mercader.




Fardel es un saco o talega que llevan regularmente los pobres, los pastores y los caminantes para los comestibles.

En Cereceda el fardel era un complemento importante en cualquier salida del pueblo. Los albañiles que iban a " hacer pared " a los pueblos de alrededor, llevaban la merienda en un fardel. Paredes de piedra y barro con paja, con las que se levantaban casas y corrales.

 Mi madre ponía la merienda para mi padre y para mí, los martes que íbamos a Tamames a la feria con vacas o con churros, en un fardel que mi padre llevaba en las alforjas colocadas en la burra.

Muchos " gatos " llevaban en un fardel la merienda cuando iban a la capital para resolver cualquier " asunto " que el secretario del pueblo no podía resolver.

Yo llevaba en un fardel la cena y la comida para pasar la noche del 7 de setiembre en la Peña y la fiesta del día 8. Ese día era la fiesta de la Virgen de la Peña de Francia, pero a mí me gustaba subir la víspera por la tarde para ver los bailes de los " jurdanos " durante toda la noche, y las hogueras que hacían porque el mes de setiembre y los 1.823 metros de altura de la montaña, hacían que el amanecer fuera muy fresco.

También los " jurdanas " y los " jurdanos " que venían pidiendo por las casas de Cereceda traían un fardel en el que guardaban el pan, el tocino o las alubias que las mujeres les daban. Aunque muchas veces el fardel era un " sacucho " de los que nosotros usábamos para las patatas.

El refrán mostraba una verdad : No debe creerse la palabra del que compra y vende,  ni fiarse de la " pobreza " de quien lleva a la espalda un fardel.

Foto  google.com


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