sábado, 26 de diciembre de 2020

 LA ROMANA DE LOS CEBONES




Cuando llegaba la época de las matanzas, todos los vecinos tenían que acudir a casa del romanero. La persona que se había quedado con " la romana."

 El romanero era un " cargo " que se adquiría en subasta pública en la plaza del pueblo como otros cargos municipales.

La romana grande y la romana chica eran propiedad del Ayuntamiento y se guardaban en la Secretaría.

El romanero acudía a la casa donde se celebraba la matanza con la romana grande al hombro y una soga con la que se ataban las patas del cebón . Se buscaba una viga del corral - la viga del tenao del heno o de la paja - y de allí de colgaban cuerda y romana. Los " matanceros - personas que ayudaban en la matanza y que a veces era " medio pueblo porque todos los vecinos de la calle además de los familiares, estaban invitados a un dulce y una copa de aguardiente - levantaban el cebón ya desangrado para pesarlo.

Al romanero se le pagaba una cantidad por cada arroba que pesara el cebón. Ese pago lo fijaba el Ayuntamiento, al que el matancero entregaba la cantidad de reales o de pesetas en la que se hubiera fijado la " puja de la subasta ".

Hace años yo pregunté por las romanas y ningún vecino supe darme explicación de dónde se encontraban.

Foto  pinterest.es

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