jueves, 16 de noviembre de 2017

CHARLA ENTRE DOS COMERCIANTAS  ( continuación )



Alicia . - En los años que yo tuve el comercio no había turistas.

Ima . - Había un señor que tenía un bar en Salamanca, que venía al merendero todos los fines de semana.

Alicia . - ¿ Y bajaba desde la Piñuela ?.

Ima . - Bajaba con un perro. Lo ataba a la puerta y entraba a comprar dos panes grandes. Era muy buen cliente. Si hasta vendíamos recuerdos de Cereceda.

Alicia . - Yo me marché a Salamanca el año 1.970. La Piñuela era un lugar a donde íbamos a juntar hoja.

Ima . - El negocio era en verano, aunque en Semana Santa ya se notaba la llegada de gente.

Alicia . - En Semana Santa y en toda la Cuaresma era típico el verdel, que venía en cajas de cinco kilos y se vendía a granel.

Ima . - Yo vendía pollos y pescado congelado. Pero todo el año vendía también carne, que me suministraban de Tamames. Y huevos, que mi marido subía en la furgoneta de la granja de la Jacera.

Alicia . - Como en el pueblo entonces todos teníamos gallinas, yo vendía piensos para el ganado, y también vendía las bombonas de butano, que nos servían de Tamames.

Ima . - Otro producto que se vendía muy bien era el azúcar que venía en sacos de 50 kilos y se vendía al peso. Había dos tipos, en terrones y azúcar moreno.

Etiqueta   Revista PATALOSO

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