Las rogativas son oraciones públicas que se hacen en la iglesia romana en los tres días que preceden a la fiesta de la Ascensión, para pedir a Dios la conservación de los bienes de la tierra y la gracia de estar libres de los azotes y desgracias.
Aparecen en los primeros siglos de la iglesia para sustituir la fiesta pagana romana denominada Robigalia.
Las rogativas podían ser mayores y menores. Las mayores tenían lugar entre el 25 de Abril, fiesta de San Marcos ( el Patrono de Cereceda ) y el 15 de Mayo, festividad de San Isidro labrador, y se rezaban para atraer del Cielo bendiciones sobre las mieses y ahuyentar las tormentas. Estas rogativas fueron instituídas por San Gregorio el Grande. En muchos pueblos se bendecían los campos el día de San Marcos.
Las menores fueron instituídas en el año 470 por San Mamerto, obispo de Viena ( Austria ) y se celebraban en los tres días anteriores a la Ascensión ( lunes, martes y miércoles ), que siempre se celebraba en Jueves.
Se buscaba la " intervención divina " para que llegara la lluvia. Si ésta no llegaba, los propios creyentes recurrían a la " magia-simpática " ( inmersión de las imágenes en el agua, tapar la imagen con un trapo negro como castigo o cambiar la cabeza de la imagen por otra ).
Una familia de Cereceda, que emigró hace muchos años, me pregunta si se hacen rogativas en el pueblo ante la falta de lluvias. Esa es la razón de haber escrito este artículo.
Yo recuerdo haber oído en el pueblo esta frase :
- " Han sacado el Cristo de Zarzoso en procesión para pedir la lluvia. "
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