domingo, 12 de noviembre de 2017

LA PUENTE SAN MARTÍN

Es el nombre de una zona del término municipal de Cereceda.
Situado en la margen derecha del río de la Puente San Martín - el río Cerezo, río Chico, río del Periquito - tenían un linar los padres de Serafín, Hipólito y Agustina, los panaderos de Cereceda.
A ese linar, su favorito, acudió muchas veces Serafín. Regar, zachar, acogumbrar, sacar las patatas o arrancar las remolachas eran trabajos a los que , con sotana o sin ella, siempre estuvo unida su vida en Cereceda.
En los últimos veranos en el pueblo, le gustaba " ir de paseo " hasta la Puente San Martín. Sentado en los " malecones " del puente que hay junto a la portera del linar, me transmitió una tarde el encargo de restaurar el Retablo de la iglesia.
Era un día de Agosto de 2.008.
-  El Retablo está en muy malas condiciones. Lleno de carcoma, atado con cuerdas y con alambres, sin color, el lado derecho se ha mojado, se va a caer. Prométeme, Nachito, que lo vas a restaurar, pues yo estoy muy mal.
El día 10 de Noviembre de ese año. 2.008, tuvimos la última conversación por teléfono.
- No dejaré que el Retablo se caiga. Lo restauraremos - le prometí.
- Lo dices para que yo me sienta feliz.
- Y restauraré la imagen de la Virgen, que es tu ilusión - añadí.
- Y luego restaurarás el crucifijo pequeño, ... y el grande,..y pintarás la iglesia, ... y pondrás los bolos del campanario. ... y la campana pequeña....
Fueron las últimas palabras que llegaron a mis oídos con un hilo de voz.
Descansa en paz, mi amigo. Las gentes de tu pueblo han hecho esas obras y muchas más en " tu iglesia ".

Etiqueta   Cosas de mi vida.

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