EL CANTO DEL RUISEÑOR

Artículo remitido al blog PATALOSO por Isidro Marcos Martín, GATO 2.017. El blog agradece todas las colaboraciones que le llegan  y, si es posible, las publica.

La creación del Universo, que sigue siendo un misterio para el ser humano, está dotada de tantas y tan grandes maravillas, que, el ser humano como rey de la creación, disfruta de todo lo creado.
El ser humano, valiéndose de su privilegiada inteligencia, ha creado multitud de cosas que las disfruta para hacer de su vida las delicias de un paraíso en la tierra, en la medida de lo posible. Se vanagloria de la grandeza de su talento y se recrea disfrutando del bienestar y la comodidad de todo lo que ha creado y descubierto, como ha sido el coche, el ordenador, una vivienda digna y habitable, una alimentación de productos abundantes y saludables, unos medios de comunicación rápidos y cómodos, como son el tren, el avión por los aires y trasatlánticos por los océanos o los cómodos autobuses por tierra.
Como descubrimientos, el más importante, que ha revolucionado el progreso en todos los órdenes ha sido la electricidad, base de los motores de todo tipo de máquinas, alumbrado de las viviendas, alumbrado público de pueblos y ciudades, la gran batería de toda clase de artilugios domésticos, frigoríficos, aparatos de aire acondicionado, todos los elementos electrónicos y digitales, y  tantas cosas en el campo del arte,la música, la arquitectura, la pintura, los museos, las grandes obras de autopistas, ferrocarriles,túneles y puentes, y tantas y tantas cosas que sería largo enumerar, y que sirven como regalo para su mente, su espíritu y su inducción al disfrutar de los placeres materiales.
Para saciar los placeres del espíritu, están el conjunto de las maravillas de la naturaleza, la grandeza del universo, están, en primavera, los campos vestidos de flores de diversos colores, los campos de trigales movidos por el viento con sus ondas imitando el rizo de una cabellera de mujer. Una montaña nevada, un bosque exuberante de naturaleza junto a las obras de los grandes pensadores y creadores de la cultura y de las ciencias, la filosofía, la teología, el derecho o la ciencia médica. Pero es la música, entre todas, la que con sus cadencias musicales eleva los sentimientos espirituales para el disfrute hasta alcanzar un cierto grado de misticismo. El misticismo es propio de los dioses.

 
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