jueves, 23 de noviembre de 2017

 AL VIEJO NUNCA LE FALTAN COSAS QUE CONTAR, ni al sol ni al hogar.





El refrán, que me ha llegado junto con otro del mismo estilo, indica que al viejo le gusta contar cosas de su vida en dos lugares determinados : al sol y a la lumbre.
Los viejos de hoy fueron muchos de ellos testigos de " la guerra del 36 " como ellos la llaman, y, aunque algunos quisieran olvidarla, les es complicado hacerlo. Siempre hay alguien que les pide que " cuenten sus hazañas, sus batallas particulares o sus heridas de guerra."
A estas historias  se unen desde hace unos años, las historias de su pueblo. Miles de ancianos se han desplazado a la ciudad. Unos a casa de las hijas o de las nueras y otros han llegado en su huída del frío de unas viviendas semivacías - de personas y de animales - y de unos pueblos, que " al pasar el día de los Santos " se mueren un poco más.
Estas personas desplazadas de su ambiente buscan en el grupo de ancianos de cada barrio alguien que les haga compañía , escuche su " historia " y le cuente una muy parecida. Plazas, jardines, centros de jubilados son un " semillero de historias y de vidas dignas de un gran novelista."
La segunda parte del refrán murió hace años. Muchas de las casas de los pueblos han eliminado la lumbre y la chimenea, que eso es el hogar. Además los viejos se encuentran que alrededor de la estufa o junto al radiador " nuevo " de la calefacción, las sillas, si él las coloca, estarán vacías.
- A mis hijos y a mis nietos no les interesan mis historias. La televisión las cuenta mejor y con más detalle," me comenta un viejo, sentado en un banco, al sol, cerca de la playa.

                           Foto   www.google.es



Etiqueta  Refranes.

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