María, muy ocupada en estas fechas con las " pruebas trimestrales orales ," me envía esta frase, propia de los cumpleaños en casa de sus abuelos.
La frase se utiliza para referirse a un lugar en el que el bullicio y la confusión " hacen imposible entenderse ".
El teatro popular español nació en los " corrales de comedias ". Eran patios interiores de algunas manzanas de casas, en los que se montaba un escenario sencillo y los espectadores se distribuían en el espacio descubierto sobrante y en palcos y balcones que " miraban " al patio.
El corral de comedias más antiguo es el corral de Isabel Pacheco, apodada la Pacheca.
En Cereceda en mi niñez se representaban obras de teatro, unas veces en las escuelas, que utilizaban como escenario la " tarima del maestro " apoyada en borriquetas de madera, hechas por el tío Paco el carretero, y otras veces en los corrales donde se guardaba el ganado.
Recuerdo que en más de una ocasión el corral de la posada de mis padres sirvió de " corral de comedias " para los " titiriteros ambulantes " que se hospedaban en la posada. Con unos tableros de la paja y unas tablas levantaron un escenario, en el que representaron " Santa Genoveva de Brabante," una obra que en verano " pusieron en escena " otros " cómicos " en la plaza.
Hoy quiero rendir un homenaje a un corral de comedias, hoy desaparecido, que tenía la entrada por la calle Larga y que era propiedad de los padres de Melchor. Ese corral era estrecho y largo y era muy fácil montar en él un escenario. Allí hicieron en Navidad alguna obra, cuyo título no recuerdo pero seguramente con temática navideña, que preparaba el señor cura, D. Avelino o D. Antonio, y en la que recuerdo que uno de los personajes lo representó mi tía Floripe y otro Bene, la hermana de Toña, hija del dueño del corral y hoy vecina de La Alberca.
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Etiqueta Frases castellanas.
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