lunes, 19 de marzo de 2018
LA AZADA CHICA
La azada chica está colgada en el corral de mi casa del pueblo.
En la pared hay un agujero y metido en él un trozo de barda. Allí descansa desde hace muchos años la azada chica. Su jubilación llegó el día que mi tío Horacio dejó de sembrar alubias , de plantar berzas y de plantar remolachas.
Esas eran las funciones de la azada chica.
La azada chica tiene forma de triángulo. La punta es estrecha. El mango corto.
Cuando iba a los huertos la llevaban en la mano derecha y todos los vecinos sabían el trabajo que iba a hacer. En el brazo izquierdo llevaban las " manás " de berzas o de remolachas. Ese día la habían despertado de la siesta. " Las remolachas y las berzas - en Cereceda decimos " colina" - es mejor plantarlas al atardecer, porque así el sol del día siguiente las encuentra ya " derechas ".
Si la azada chica iba a los linares por la mañana era para sembrar las alubias, los " chíchares " o los chochos de color. En esta faena la azada chica hacía pequeños agujeros en lo alto del cerro de los surcos. Allí " se dejaban caer tres o cuatro granos " y a esperar el milagro del nacimiento de una " parrera " que tuviese " gárgolas " abundantes y frutos gordos.
Yo nunca la he llevado a los linares.
¡ A lo mejor le gusta ir a dar una vuelta ¡. ¡ A lo mejor quiere recordar sus años de juventud ¡. ¡ A lo mejor, de esa forma, recuerda el día que la " trajeron " de Tamames y empezó a producir " buenas cosechas " a su dueño ¡.
Cuando vuelva al pueblo en verano la llevaré a Las Suertes, a Valcabrero, a Valdelobos, a la Huerta García, a la Cuesta, a la Poza, a la Pedragosa, al Chorrero... y, la la llevaré hasta el Corcino.
Foto www.google.es
Etiqueta Personajes
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