El otro día hablé con el afilador que pasó, tocando su chiflo, junto a mi huerto. Mi afilador viene con una motocicleta a la que le ha acoplado la piedra de afilar.
- Mi padre ya era afilador.
Me contó que por los años 40 - 50 su padre cobraba dos reales por afilar unas tijeras o un cuchillo. Luego me dijo que su padre aumentó " el coste de la vida " un cien por cien hasta llegar a una peseta por pieza.
- Bueno, siempre hacía un precio especial cuando alguna mujer, o el dueño del bar del pueblo, le traía unos cuantos cuchillos. En un pueblo de Salamanca - yo le había dicho que era de Salamanca - tenía una " iguala " con el dueño del bar, que tenía también carnicería : cena, alojamiento y desayuno - como en los hoteles de Benidorm - y mi padre le afilaba todo lo que hubiera que afilar.
Mi padre tenía una rueda y con ella recorrió media España.
Pero también había muchos gastos de comida, de posada...
- Mi padre no gastaba gasolina, ni seguros, ni seguridad social. Y dormía en su saca en el portal de la posada.
- Entonces, ¿ Se hizo rico ?.
- Cuando se hizo viejo se marchó a vivir a Madrid con mi hermana. Pero no crea, hizo unos ahorros. Podía ganar 7 u 8 duros en un día. Entonces el alquiler de un piso eran 20 duros. En dos o tres días ganaba para pagar el alquiler, Y ahora..... Yo no gano en un mes para pagar el alquiler de un apartamento de Benidorm.
El afilador terminó de afilar mi navaja.
- ¿ Qué le debo ?
- Nada.Y .... gracias por la " falada."
Fotos www.google.es
Etiqueta Cosas de mi vida.
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