viernes, 13 de enero de 2017

LAS HOGUERAS DE INVIERNO

El solsticio de invierno, que comienza el 21 de Diciembre, se asocia a la natividad del Sol, porque los días comienzan a alargarse.
Antiguamente había rituales dedicados al Sol, en los que se celebraban luminarias.
En el solsticio  se encendían hogueras pues era la noche más larga del año, y creían que de esta manera " ayudaban al Sol " a recuperar su camino en el momento en que su luz parecía agonizar.
En algunos lugares de Inglaterra sigue viva la tradición de encender un leño, denominado " Trashoguera de Pascua ". Este leño se mantiene  encendido en el interior de las viviendas, con la finalidad de mostrar un carácter más casero e íntimo, en contraste con la alegría estival ( el solsticio de verano, el día    de Junio ). Incluso en algunas zonas de Alemania se encendía un fuego en el interior de las iglesias.
Las cenizas de ese leño se repartían por los campos durante los doce días de la Navidad, de la Nochebuena a la Epifanía ( del 24 de Diciembre al 6 de Enero ). Se creía que promovían la fertilidad de la mies.
Este tronco - en alemán Christbrand - se guardaba y en las noches de tormenta se encendía como protección.
En Suiza se le llama Bûche de Noel.
Era siempre un leño de roble, árbol asociado con el dios del trueno, Wolta, por lo que protegía de los rayos y de los incendios, que se producían cuando un rayo caía en las viviendas, hechas de madera.
En Turquía el día 24 de Diciembre los jóvenes hacían una hoguera y corrían con antorchas, encendidas en la hoguera, por las calles. Al día siguiente, el día de Navidad, iban a la iglesia a celebrar el nacimiento de la Luz eterna.
En la cultura celta se defendía que las chispas de la hoguera " espantaban " los espíritus de la oscuridad, y las cenizas, esparcidas en el campo, mejoraban las cosechas.
En Cereceda esta costumbre se realizaba el día 14 de Enero con la hoguera en honor a San Pablo ermitaño. Después de la hoguera, los mozos y las mozas, junto con el tamborilero, cantaban los " Gozos del Santo " por las calles y a las puertas de las casas. Sus moradores les daban huevos, chorizo y morcillas, con las que preparaban la cena del día de San Pablino, el segundo día de la fiesta.


Etiqueta            Costumbres.

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