Existe un tercer concepto de libertad derivado de los sentimientos espirituales. Surge cuando por razones de creencias religiosas te sientes vinculado con cualquiera de las distintas religiones que se practican en el mundo. Puede que tengas hipotecada la libertad de tu espíritu si te sientes pecador contra los principios éticos de la doctrina que, por tus principios religiosos, le rindes culto al Dios hipotético y misterioso, el Dios a quien rindes culto desde la óptica de tu fe en El, el Dios en el que crees y al que adoras.
Entonces, en tu conciencia sientes la satisfacción de estar en paz con tus creencias religiosas.
Al mismo tiempo gozas de un estado de paz espiritual que te propicia el mayor grado de libertad.
Cuando en las distintas facetas de la vida se ajusta la manera de actuar y pensar de acuerdo con los sentimientos de nobleza que pueda sentir cada persona, dentro de su condición social,cultural, humanística,espiritual, y conjuga su libertad material con su libertad espiritual y de conciencia, ha conseguido la máxima libertad que puede alcanzar la persona humana en este mundo.
Isidro Marcos Martín
Foto ww.google.es
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