EL OREGANO

Son las hojas de esta planta las que se utilizan como condimento, tanto secas como frescas, aunque secas poseen más sabor y aroma.
La planta es un pequeño arbusto achaparrado, grueso y bajito, que en Cereceda se criaba muy bien en los años de lluvias abundantes.
En mis paseos veraniegos, yo regresaba muy temprano con un manojo de orégano. Es un secreto " muy bien guardado "  dónde lo cogía, aunque algunos años tenía que hacer un recorrido más largo, pues los " criaderos " estaban agotados por falta de lluvias o por el paso de las ovejas para las que es un manjar exquisito.
La planta posee unas pequeñas glándulas donde está contenida la esencia aromática, de color amarillo limón.
En las leyendas mitológicas se cuenta que Afrodita, la diosa del amor y el romanticismo, fué quien plantó el primer orégano y le dió la fragancia que hoy tiene.
En la medicina popular, la infusión de orégano ha sido utilizada como un auxiliar en el tratamiento de la tos.
Hipócrates, médico griego considerado " el padre de la medicina ", utilizaba el orégano como antiséptico y para el estómago y las enfermedades respiratorias.
Un orégano de la isla de Creta todavía se utiliza para el dolor de garganta.
En la medicina tradicional austríaca se ha utilizado internamente - como el té -  o externamente en forma de pomada.
En cocina se utiliza en la cocina mediterránea, principalmente en la cocina italiana : Lasaña, Torta di Ricota, Pizza Margarita, pechugas de pollo a la napolitana...
En Cereceda, mi madre lo ponía a las patatas cocidas y a los adobos de la matanza.

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