LOS OBISPOS
Los obispos son rebanadas de pan empapadas en vino, luego fritas en aceite y espolvoreadas con azúcar.
Mi madre tenían la " buena " costumbre de hacer en muchas ocasiones obispos. La razón era porque tenía una parte de la materia prima en casa. Guardaba pan " asentado " - amasado de hace varios días - y vino, pues mi casa era taberna y posada. Una vez fritos le gustaba ponerles miel, miel de las Hurdes, que traían al pueblo los " jurdanos " y que mi madre les cambiaba por patatas, alubias o garbanzos. Otras ocasiones le pagaban la posada en especie, aceite o miel, que en mi casa siempre había en una olla de barro.
En mirecetario.es indica una forma sencilla de hacer los obispos : Disolvemos una cucharada de azúcar en el vino, empapamos las rebanadas de pan, las pasamos por huevo batido y las freímos. Luego se rebozan en azúcar mezclado con canela en polvo. Finalmente se sirve el obispo sobre una ración generosa de sirope de chocolate caliente.
Las " famosas " torrijas de Cuaresma y Semana Santa mi madre las elevaba a la categoría de obispos. A mí me gustaban muy fritos, un poco duros, y con abundancia de miel. Era una merienda especial a la salida de la escuela, antes de comenzar los trabajos de un niño hijo de ganaderos. Atender las cabras o las ovejas, echarles la comida o esperarlas a la entrada del pueblo y llevarlas al corral, eran los trabajos " de cada tarde " antes del rosario en la iglesia parroquial.
Buen vino y buen aceite harán buenos obispos.
Como curiosidad indicaré que en algunos pueblos se servían obispos a la finalización de un entierro, que solían ser " a la tarde ", por los familiares del difunto. ( Términos lígrimos y otros solamente charros por Manuel Mateos de Vicente )
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