UN REFRAN DE MARIA ( continuación )
La teja es una pieza con la que se forman cubiertas en los edificios para recibir y canalizar el agua. La teja de barro es una pieza de este material hecha en forma de canal.
En el año 2.000 a. de C. aproximadamente se empezó a utilizar el barro para fabricar tejas. Con este nuevo " invento " desaparecieron los tejados hechos de paja, ramas y hojas, que permitían el paso del agua al interior de las viviendas.
La teja nació en Grecia y Roma y de allí pasó a todo el continente europeo. El nombre de tejado deriva del tipo de material que se utiliza para cubrir la parte superior de la casa.
Los griegos utilizaban placas de cerámica delgadas y curvadas. En Atenas estaba el arrabal del Kerámikon, llamado con este nombre por fabricarse en él tejas de cerámica. El arrabal era una zona fuera de la ciudad.
La teja más conocida es la teja árabe, que es la de origen romano, con una sola pieza, con la forma de tronco de cono, cortado longitudinalmente por la mitad. Una es la teja canal y otra la teja cobija, que tapa la junta entre las canales.
La teja cerámica vieja es más apreciada que la nueva porque, con el tiempo, los poros naturales de la cerámica se colmatan, se llenan, se taponan, y se vuelven más impermeables. Además, se supone que la teja vieja ha sufrido muchos ciclos de heladas (muchos inviernos ) y la que los ha resistido ofrece garantías de que aguantará muchos más.
Esta es la explicación del refrán de mi amiga María :" No compres cosa vieja que no sea vino, jamón o teja. "
Etiqueta Refranes.
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