jueves, 1 de febrero de 2018

EL " CERCAO " DE LA LADERA






Mi padre tenía una tierra en la carretera del Cabaco. La tierra tenía una parte a la izquierda de la carretera y otra parte a la derecha. Las dos partes eran desiguales.
La parte de la derecha era un canchal y unos rebollos que nunca llegarían a la categoría de robles por falta de tierra sobre las piedras.
En ese trozo de tierra mi padre hizo un " cercao."
Ese " cercao " servía solamente para guardar la burra y los marranos.
Las paredes las hicimos mi padre y yo. Las piedras para levantar tres paredes las sacábamos en la finca. Eran lanchas que venían orientadas desde la Peña de Francia. Era muy fácil sacarlas y hacer la pared con ellas. En el agujero se almacenaba el agua y - según mi padre - debíamos encontrar agua " porque al lado está el Pozo la tía Comercianta en un huerto del tío Femio y ese pozo nunca se ha " secao ".
Ese pozo estaba allí y allí sigue. Hoy es propiedad de Arístides y es verdad que nunca se ha " secao ". La gente del pueblo me ha pedido que escriba un artículo sobre ese pozo. Algún día lo escribiré.
La cuarta pared era una pared " medianera " porque la finca de al lado era del tío Paco el carretero. Allí pasamos muchas horas sus hijos Chan y Paco, mi padre y yo sacando las lanchas y haciendo la pared.
Ya he contado que yo fuí muchas mañanas a llevar los marranos al " cercao " de La Ladera y muchas tardes a buscarlos al salir de la escuela con mi " inseparable aro " por la carretera del Cabaco.
En esos años, 1948 - 1953 el único vehículo que interrumpía mi carrera de aro era el " camión de la fábrica " conducido por Segis. A Segis le gustaba espantarme los marranos con la bocina del camión.

    Foto  www.google.es

Etiqueta  Costumbres

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