" Tan altos eran los gritos de D. Quijote, que los oyeron y entendieron los de la carreta; y y juzgando por las palabras la intención del que las decía,en un instante saltó la muerte de la carreta, y tras ella el Emperador, el diablo carretero y el ángel, sin quedarse la reina ni el dios Cupido, y todos se cargaron de piedras y se pusieron en ala esperando recibir a D. Quijote en las puntas de sus guijarros. D. Quijote que los vió puestos en tan gallardo escuadrón, los brazos levantados con ademán de despedir poderosamente las piedras, detuvo las riendas de Rocinante, y púsose a pensar de qué modo los acometería con menos peligro de su persona.
En esto que se detuvo, llegó Sancho Panza y viéndole en talle de acometer al bien formado escuadrón le dijo : asaz de locura sería intentar tal empresa; considere vuesa merced, señor mío, ese os da a todos sopas con honda, que para " sopa con honda y tente bonete " no hai arma defensiva en el mundo sino es embutirse y encerrarse en una campana de bronce. "
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha Segunda parte, capítulo XL.
Miguel de Cervantes Saavedra,
Foto www.google.es
Etiqueta Literatura
No hay comentarios:
Publicar un comentario