lunes, 5 de febrero de 2018

ÓRDENES DEL OBISPO






 "Que no suban legos al coro porque estorban al estar charlando."
En Cereceda decimos " subir a la tribuna ".
Cuando comenzamos la restauración de la iglesia, nos encontramos con la tribuna tapada con un tabique. " Sin encomendarnos ni a Dios ni al Diablo " tiramos el tabique y Javi, el carpintero de Cereceda, construyó una barandilla de madera.
Así es como yo recordaba la tribuna.
Además pusimos una cristalera preciosa en el " ojo de buey " del campanario.
Ahora cuando se entra en la iglesia por la puerta lateral de la carretera puede mirarse para la derecha o para la izquierda. Si se mira para la derecha, se ve el retablo restaurado. Si se mira para la izquierda, se ve la tribuna y la cristalera.
En Cereceda " tenías derecho " a subir a la tribuna cuando abandonabas la escuela. Hasta ese momento te ponías en el lado derecho del altar, el lado de la sacristía.
A la tribuna subían los mozos. Muchas veces Don Antonio les llamaba la atención porque algunos - no digo nombres - se dedicaban a jugar a las cartas
Recuerdo al señor Eleuterio el sacristán, que cantaba desde la tribuna, llamándoles la atención.
Una cosa curiosa de mis tiempos de monaguillo.
No me gustaba salir con la bandeja " a pedir " porque los de la tribuna te tiraban las perras - una perra chica o una perra gorda - desde allá arriba y tenías que estar recogiéndolas en las piedras de cantería del suelo. El piso de madera lo pusieron muchos años después.

                                Foto  www.es.google.com
Etiqueta Costumbres.

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