" DIOS TE DÉ OVEJAS E HIJOS PARA ELLAS. "
Hoy " habemos " tenido una reunión un grupo de amigos, salmantinos todos. En esas reuniones hablamos el " idioma " de Salamanca.
Ellos conocen mi afición por los refranes. Me llaman el paremiólogo del grupo. Ha merecido la pena acudir a la reunión porque he anotado en mi " libretina " algunos refranes que yo desconocía.
El título del artículo es uno de ellos.
Yo he defendido que en Cereceda guardaban las ovejas los hijos y las hijas. Recuerdo algunas " jóvenes, " mayores que yo, que eran unas magníficas cuidadoras de ovejas. También algunas chicas de mi edad o más pequeñas entendían " el arte de guardar ovejas del queso " mejor que yo. Nada digo de ordeñar.
El ordeño de las ovejas era especialidad de las mujeres. Mi madre ordeñaba mucho mejor que mi padre. Aunque dependía de familias. En Cereceda había familias que siempre habían tenido ovejas y otras que no les gustaba ese " ganao ".
En casa de mi abuela Fausta nunca conocí ovejas. En casa de mi abuelo Matías hubo siempre muchas ovejas.
El refrán, que debe tener siglos de antigüedad, es una petición al cielo para que Dios le dé ovejas a una familia, pero que, con ellas, le dé hijos que las guarden. Era "poco digno de agradecimiento " que Dios le diera ovejas pero tuviera que contratar pastores.
Foto www.google.es
Etiqueta Refranes.
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