REFRANERO DEL MES DE ENERO
" En Enero, el arado quedo ".
Foto www.google.es
El arado era una herramienta muy importante en los trabajos del campo en Cereceda.
Todos los vecinos tenían, cuando yo era niño, varios arados. Entonces era costumbre tenerlos en la calle, apoyados en las paredes de los corrales. Como los tejados tenían un saliente para que las " canales " cayeran lejos de la pared, los arados no se mojaban. Así no estorbaban en el corral.
Los corrales en Cereceda servían muchas veces de entrada a las casas. La fachada de las casas que daba a la calle solía tener la medida de las puertas del corral y un " poco más " a cada lado. Luego los corrales se prolongaban hacia adentro.
Esta característica se observa ya en los documentos del siglo XVIII en los que se especifican las medidas de casas y pajares. En esa época los impuestos se pagaban por la anchura de la fachada a la calle.
Calle de Cereceda con tres entradas a corrales
Los terrenos en los que se levantaban las casas y los pajares eran del concejo. El concejo entregaba a los nuevos vecinos un terreno para edificar. Con buen criterio le entregaban los " pasos " suficientes para meter el carro, siempre " marcha atrás " y bien dirigido para no rozar en los laterales.
Cualquier " gato " recuerda las maniobras que había que hacer con las vacas para meter el carro en el corral, cargado de leña, de hoja o de " gelechos ".
Hoy aquellas puertas de madera han sido sustituídas por puertas de hierro, pero de igual tamaño. Si los arados se colocaban en el corral estorbaban los movimientos del carro.
El refrán indica que en el mes de Enero los arados descansan una vez terminadas las faenas de la sementera.
Foto Constantino González Macías
Etiqueta Refranes.
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