EL SILLETERO

Todos los años aparecía por la posada de mis padres el silletero.

En Cereceda decimos el sillitero.
Es el hombre que arregla el " culo " de las sillas. Ese " culo " hay que hacerlo a mano y es la parte que más se " esbarata " de la silla.
Mi madre tenía cuatro o cinco sillas bajitas alrededor de la lumbre, y que sacaba para " coser al sol " en otoño   y en primavera. En el pueblo hace años se reunían las mujeres al sol para coser. Yo he escrito sobre el corro del Altozano, formado a la puerta de la señora María, la abuela de Constantino, y al que acudía a diario mi abuela Águeda. En algún verano en el pueblo he visto todavía " mujeres a la sombre, sentadas en sillas bajas con la costura o bordando, o " matando el tiempo."

" La espadaña para el " culo " de las sillas " la siego en Julio y Agosto, la tiendo para que se seque, luego la guardo en casa, y, antes de utilizarla, la ablando durante 24 horas. Yo recorro los pueblos con unos haces de espadaña ( anea ) hoy con la bicicleta pero antes con el burro. También arreglo los palos de las sillas. " - Me decía el sillitero.
Cuando llegaba el " sillitero " a Cereceda se " pregonaba " por las calles : ¡ " El silletero ¡. El silletero ¡. "
Recogía las sillas que las mujeres sacaban a la puerta de las casas, ajustaba el precio con " regateo " incluído, y y se sentaba en el huerto o en el corral de mi casa a arreglarlas.
Yo fuí muchas veces a devolverlas a sus dueñas. Nueces, castañas, manzanas o alguna oblea de La Alberca o alguna perronilla era el pago de mi " entrega " a domicilio.

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