LA HOGUERA DE LA VÍSPERA DE SAN PABLO Y LA CENIZA.

- Ahora tienen que contarme cosas de la hoguera.
- Eso que te lo cuente María, que nosotras ya te hemos contado muchas cosas.
Acaba de llegar al " corro " María. En Cereceda María la cartera.
- ¿ El ayuntamiento daba bardas para la hoguera y robles para venderlos y pagar la música ?.
- No. La hoguera se hacía con bardas y escobas que llevaban los mozos. Además sillas viejas y trastos de las casas.
- Mi hermano Paco y Tino traían a la plaza ruedas viejas de los carros.
- Se hacía una hoguera muy grande. Muchas veces encima del barro o de la nieve.
- Le metían " gelechos " y heno para que ardiera.
- ¿ Y el baile alrededor de la hoguera ?.
- Se hacía cogidos de la mano, en corro, al " son del tamborilero ".
- Cada mozo cogía la mano a dos mozas, a su novia y a otra moza.
- Esa otra moza solía ser su hermana o su prima o alguna de su familia. O por lo menos, amiga.
- Había que tener " cuidao " porque saltaban chispas.
- Ibamos con la " ropa de diario. "
- Tía, usted me dijo el otro día algo de la ceniza de la hoguera y los ajos.
- La ceniza de la hoguera era de todos los vecinos. Las mujeres venían con un calderete viejo o con un caldero y se llevaban " pa " casa la ceniza.
- ¡ Pero si tenían en casa toda la ceniza que querían ¡.
- Es que la ceniza de la hoguera de San Pablo y la ceniza de la de San Marcos está " bendita ".
- Tú no te lo crees - me dice mi tía enfadada - pero esa ceniza se pone en el surco donde se siembran los ajos.
- Los dientes de ajo que se siembran en el surco con la ceniza de la hoguera de San Pablo nacen todos y no le entran " bichos ".
- Y esas cabezas duran todo el año colgadas en la despensa o en el "sobrao."
Quede aquí constancia de que yo les pedí disculpas a las tres  - la señora Encarna, María la cartera y mi tía Luisa - por haber dudado de las bondades de la ceniza de la hoguera de la víspera de San Pablo.

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