sábado, 27 de enero de 2018

LA ENCINA DE LA PUENTE SAN MARTIN






En mis años de niñez había en Cereceda una sola encina.
Era la encina de mi amigo Quico, el mejor conductor de aros del pueblo.
Cuando sus padres se marcharon - alguien me ha dicho que se fueron a Bocacara ( Salamanca.España ) la encina pasó a mi amigo Manolo.
Hoy en Valdecarros, en la Hoja de Arriba y en la Hoja de Abajo han brotado encinas. Y pronto habrá encinares.
El encinar es más hermoso que el robledal.
Los druidas - sabios sacerdotes celtas - elegían encinares para realizar sus ritos. En torno a la encina celebraban solemnes ceremonias religiosas en el sexto día de la luna.. Llevaban bajo el árbol, lugar del sacrificio y del banquete, dos toros blancos que nunca hubieran estado " uñidos " al yugo. El sacerdote con vestiduras blancas trepaba al árbol y cortaba el muérdago que crece en la encina con una hoz de oro. Luego sacrificaba los animales.
La bellota fué uno de los primeros alimentos del hombre.
Los amigos íbamos a la encina de la Puente San Martín a coger bellotas. Las asábamos a la lumbre y estaban " como castañas."
Esta encina - la única encina de mi niñez - merece que un año su foto sirva para felicitar el Año Nuevo.

    Foto www.google.es

Etiqueta Árboles.

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