sábado, 8 de abril de 2017

EL LAUREL EN LA MITOLOGIA












Eros  (Dios responsable del amor y la fertilidad. En Roma se llamaba Cupido ) molesto por la arrogancia del Dios Apolo, decidió vengarse de él y le arrojó una flecha de oro, que a quien hiriese le producía un deseo de amor inmediato. Hirió también a la ninfa Dafne con una flecha de plomo, que, por el contrario, causaba el rechazo amoroso.
Un día Apolo vió a Dafne  y al instante se sintió herido de amor y comenzó a perseguirla, pero Dafne, en cambio, sintió el efecto de rechazo y huyó de él.
La ninfa, cansada de huir de Apolo, pidió ayuda a su diosa protectora, Artemis ( diosa hermana de Apolo ), que convirtió a Dafne en un laurel.
Cuando Apolo llegó junto a ella vió que el cuerpo de Dafne se cubría de dura corteza, sus pies, convertidos en raíces, se hundían en la tierra, y su cabello se llenaba de hojas. Y Apolo se abrazó llorando a aquel laurel. Su amor le hizo decir : " Pues no puedes ser mi mujer, tú serás mi árbol preferido y tus hojas siempre verdes, coronarán las cabezas de las gentes en señal de victoria. "
La corona de laurel era el premio que recibían los atletas  al regresar a su ciudad, tras su victoria en los Juegos de la ciudad de Olimpia. Según la leyenda los ramos del laurel debían ser cortados con un cuchillo de oro en manos de un niño de doce años cuyos padres aún vivieran.
El laurel, en forma de corona, se entregaba a los poetas, a los atletas y a los guerreros en Grecia y en Roma.
En los Juegos Olímpicos de Atenas, el año 2.004, se incluyó la imposición de coronas de laurel a los atletas vencedores.
                 Fotografia de www.poesiaybelleza.wordpress.com                    

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