miércoles, 19 de abril de 2017


LOS CARGOS EN LOS AYUNTAMIENTOS DEL SIGLO XVIII

Las autoridades derivadas del poder real estaban encabezadas por el Corregidor. El Corregidor era el representante del Rey en el municipio y era la autoridad máxima.
El Corregidor era elegido y nombrado por el Rey, y mal visto por las villas y ciudades pues las arcas municipales debían hacer frente a su salario y a sus gastos, e impedía que las oligarquías municipales " hicieran y deshicieran a su antojo."
Entre sus competencias estaba la de ejercer jurisdicción civil y criminal en todas las causas que superaran los 600 maravedís. El Corregidor presidía el Ayuntamiento.
Sus obligaciones eran : Presentarse en el Ayuntamiento y jurar su cargo, controlar los precios o vigilar los caminos, entre otras.
El Corregidor nombraba al Alcalde Mayor, al Alguacil mayor y al Alférez mayor.
Otro cargo muy importante era el de Regidor puesto que el Cabildo de Regidores era el eje central del Ayuntamiento.
Con el tiempo el cargo de Regidor se puso en venta y cuando una persona incorporaba el cargo de Regidor a su patrimonio personal, y tras haberlo ejercido toda su vida ( Regidor perpetuo ), el cargo era heredado por su descendencia.
De esta forma el oficio de Regidor que comenzó como abierto, terminó cerrándose, creándose en los Ayuntamientos cabildos de Regidores cerrados.
El Regidor se encargaba de la Hacienda municipal, de los nombramientos, del abastecimiento público, de la administración de justicia o de las obras que era necesario realizar en el Lugar, la villa o la ciudad.
Una persona que tenía abundantes propiedades en Zerezeda en el siglo XVIII era Don Juan Antonio Pineda, vecino de Salamanca y Regidor perpetuo en esa ciudad.

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