Es un dicho castellano. Lo cita Miguel Delibes en su libro " Mi querida bicicleta " pág. 58.
El palmo era una antigua medida de longitud que aludía a la distancia entre el extremo de los dedos pulgar y meñique con la mano extendida. Oscilaba entre 20 y 29 centímetros.
La expresión significa frustración, desaire, chasco.
- Pepe llevaba media hora esperando a Juana y, cuando apareció, venía del brazo de Luís. Pepe se quedó con un palmo de narices.
En Cereceda se aumentaban los palmos y se hablaba de dos o de tres palmos de narices.
Este sentido de haber sido burlado, decepcionado, desairado se ha asociado con el gesto de extender la palma de la mano ante la nariz tocándola con la punta del dedo pulgar.
Se dice que los niños de la ciudad romana de Pompeya, destruída el 24 de agosto del año 79 d. C. por la erupción del Vesubio, ya conocían este gesto de burla.
La frase puede equivales a otra frase " quedarse como un tonto " y se referiría a las enormes y ridículas narices postizas que, todavía hoy, llevan los payasos.
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