miércoles, 6 de diciembre de 2017



EL LINO

                        El artículo 1,525 del blog quiero dedicarlo a un producto que fué muy abundante en Zerezeda del siglo XVIII, del siglo XIX   y de la primera mitad del siglo XX, pero que la mayoría de los " gatos " y " gatas " de hoy no lo vimos sembrado en los linares.
Nosotros conocimos  huertos y linares sembrados de patatas, remolachas, berzas, nabos, alubias, garbanzos o millo. Queda el recuerdo de aquellas cosechas en la palabra " linares ", huertos sembrados de lino.
Entre mis " sueños " estuvo el sembrar algún huerto de lino en las cercanías del pueblo e intentar en verano " enseñar a los jóvenes los trabajos de ese cultivo ". También hacer una exposición con semillas de lino, con plantas de lino, con " mazos " para machar el lino y con los dos armazones para el lino que yo guardo en mi casa. Todo eso expuesto encima del machadero de la puerta de mi casa.
Quizás algún verano pueda, con la ayuda de otras personas, hacerlo realidad.





El cultivo del lino se conoce desde la antigüedad. En Egipto la fibra de lino era uno de los principales productos utilizado para tejidos. Las inundaciones del río Nilo ( el río más largo del mundo ) hacían que el lino fuera el principal producto, junto con el trigo, y la principal riqueza del país.
En Europa los hallazgos arqueológicos sitúan la siembra del lino en la época del Imperio romano.





La linaza, la semilla del lino, se empleó como alimento además del uso medicinal.
Se distinguen dos tipos de lino :
 El lino bayal o lino fino, también llamado lino de otoño que se siembra en otoño, al igual que el trigo, que tiene los tallos altos y de hilaza más fina y blanca.
 El lino caliente o lino de primavera por sembrarse en esa estación, con tallos cortos y más ramificados, que produce mucha linaza pero de baja calidad.
El cultivo del lino es muy sencillo aunque requiere terrenos algo húmedos y suelos profundos y fértiles. Su ciclo es de unos 100 - 150 días. Se siembra " a voleo " como los cereales. Se tira abundante semilla para que crezca espeso y los tallos sean numerosos y finos. ( Recuerden cómo sembrábamos el maíz - lo llamábamos " millo " - que segábamos para las vacas en lugar de recoger las mazorcas. Todavía lo he visto algún verano sembrado en los huertos del Membrillar ).
La semilla debía ser de la última cosecha, para eso estaba la Zilla y Acerbo del pueblo en la que entregaban la cosecha y luego recogían la semilla necesaria para la siembra. La planta debe crecer recta y sin doblez, porque, si toca el suelo húmedo, se pudren las semillas.
La escarda - todos los " gatos " conocemos muy bien ese trabajo que hacíamos en las tierras y en los huertos de remolachas , nabos o berzas -  se realiza cuando la planta levanta un palmo del suelo.
 Cuando alcanza su máximo desarrollo florece. Las flores son reemplazadas por cuatro o cinco gárgolas que se granan con el paso del tiempo y después comienzan a amarillear los tallos.

 Etiqueta  Agricultura

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