Un " gato " casado con una " gata " y residente lejos del pueblo me envía un correo para decirme " mi mujer se enfada cuando lee algunos de tus artículos en el blog. Lo lee todos los días y le gusta comentar con los vecinos, que son de otras zonas de España, algunos de tus artículos. Se enfada cuando escribes sobre costumbres del pueblo relacionadas con la comida. Suele decir : Nachito habla de las tortas el día que masábamos, de las patatas esbaratás, de las sopas de ajo, del limón el día de San Pablino o el día de San Marquino, y no se da cuenta que esas cosas nos producen un poco de nostalgia porque aquí no podemos hacer esos guisos."
Aunque a mi buena amiga ( no pongo su nombre ) le enfade y le haga recordar sus años de niña en Cereceda junto a la lumbre de la cocina, hoy hablaré de un refrán, fiel reflejo de lo que hacíamos en todas las casas, tras las matanzas, en las tardes de frío antes de ir a esperar las cabras o a recoger las ovejas.
En un trozo de papel de " estraza " se envolvía un chorizo, se mojaba con agua helada y se " enterraba " en la ceniza de la lumbre para que se " hiciera " poco a poco. Luego se ponía en un plato, se partía en tantos trozos como personas iban a merendar, y se ponía en un trozo de pan. ¡ Qué recuerdos ¡.
A mi padre le gustaba ir partiendo chorizo y pan con su navaja. Yo cogía el chorizo en una mano - aunque quemara - y el pan en la otra y, " muerdo de chorizo y muerdo de pan ," sentado a la lumbre o en el corral, hasta llegar el momento de " chuparme los dedos ".
¡ Ya véis, " gatos y gatas " lo barato que es soñar ¡.
Foto www.google.es
Etiqueta Refranes
No hay comentarios:
Publicar un comentario