lunes, 18 de diciembre de 2017

EL POSTRE DEL POBRE ES UN CIGARRO DESPUÉS QUE COME

Este refrán lo escribió alguien de Cereceda, " de cuyo nombre no quiero acordarme " que dijo Don Miguel de Cervantes en el comienzo de El Quijote.




Mi padre tenía la costumbre de  encender el cigarro nada más terminar la comida, tanto si comía en casa como si la comida era en el campo, en las tierras o en la dehesa.
Si la comida era en casa, acostumbraba salirse al huerto o a la calle a fumar el cigarro, a no ser que el frío " pudiera más que él."
Una " hermosa " costumbre era sentarse en una piedra en la punta abajo del huerto de casa, en la orilla de la carretera, con la Peña de Francia en el horizonte. A esa misma piedra acostumbraba salir el tío Cesáreo, el padre de Toño y de Modesto. Cada uno con su petaca, su librito de jean o  de zig zag,y su chisquero de mecha.
 A los dos les gustaban los cigarros hechos a mano, más gordos en el centro, con un papel del librito atravesado porque el " normal " no les alcanzaba.
Hoy la mayoría de los hombres " mayores " de Cereceda han dejado " el vicio de fumar " y nadie " lía ya los cigarros. "
¡ Qué estampa antigua se ha perdido : Dos hombres sentados en la misma piedra - que sigue allí, inamovible - con el cigarro pegado a los labios y " algunos agujeros " en la pechera de la camisa, con la vista en Pataloso, calculando cuánto le valdrían las patatas, o los cebones, y cuánto le costaría ese año el mineral o la cubierta ¡.

                       Foto  www.google.es


Etiqueta  Refranes.

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